miércoles, 17 de diciembre de 2008
Reflexión al Lado oscuro del corazón
El lado oscuro del corazón
“Pero eso si y en esto soy irreductible no les perdono bajo ningún pretexto que no sepan volar, si no saben volar pierden el tiempo conmigo…”
En la película, un poeta solitario, siendo su única compañía la muerte y el mismo. Una persona que anda en busca de esa, si esa mujer que sepa volar… pero que no encuentra, que por alguna razón tiene que volar para poder complementarse con el yo mismo de ese personaje llamado Oliverio…
En su andar por la vida su fiel compañera, es la muerte cuyo personaje es capaz de enamorar a través de sus poemas, “mientras sigas diciendo ciertas palabras yo no podré llevarte”- Mujer muerte atormentando los sentidos de un poeta para salvarte por ti sola. En la más austera soledad el poeta se inmiscuye en sí mismo y transforma la realidad a tal punto que deja de serlo, bailando, renegando al mundo externo y fríamente cayendo en las tentaciones de la vida mundana.
El mundo gira a su alrededor trayendo consigo lo mejor de la vida, una estabilidad, una casa, una mujer. Pero él en cambio sigue coqueteando con la muerte, provocándola, haciéndola rabiar, mojándola, excitándola, enamorándola, haciéndola sentir que él nunca será de ella y que por lo tanto seguirá buscando a esa mujer que vuela.
En tanto la mujer que vuela no quiere volar a su lado, por temor, por angustias, por pasado no quiere volar cerca del poeta de la soledad, y se inventa un millar de causas para escapar a tal fiel sentimiento que solo redunda en amor.
El poeta vacío recompone su entorno, lo transforma y de alguna manera se da cuenta que su amor, esa mujer que vuela, no es para el, lo que no significa que él no sepa volar, si no más bien se percata que él siendo un hombre tan conectado con los sentimientos nunca estuvo conectado al amor, y que fue esa mujer la que lo hizo descubrir “el lado oscuro de su corazón”.
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